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Sobre nosotros

Somos leña y carbón

En nuestro negocio encontrarás leña seca y carbón de primera calidad, ideal para chimeneas, barbacoas, hornos y parrillas profesionales. Servimos a particulares y restaurantes, con entrega rápida y un producto que garantiza una combustión limpia, duradera y con el mejor sabor.

lo que hacemos por ti:

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En Origen Leña y carbón trabajamos con restaurantes, asadores y brasearías a los que proveemos de nuestros leña y carbones para su cocina.

¿Por qué escogernos?

Nuestra madera proviene de nuestro terreno

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Buena generación de brasas

La leña debe estar bien seca (menos del 20% de humedad) para asegurar una combustión eficiente, sin exceso de humo ni chispas.

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Madera dura

Es preferible usar maderas duras como encina, roble, olivo o almendro, ya que arden lentamente, generan brasas duraderas y aportan mejor sabor a los alimentos.

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Aroma agradable

Ciertas maderas aportan aromas únicos que realzan el sabor de las carnes y vegetales. Por ejemplo, el olivo aporta un aroma intenso y característico, ideal para barbacoas
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Sin tratamientos químicos

La leña no debe contener barnices, pinturas, ni ser reciclada. Solo madera natural, para evitar contaminar los alimentos.
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Tamaño uniforme:

Troncos cortados en tamaños similares ayudan a mantener una temperatura constante y facilitan el encendido.
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Bajo contenido de humedad:

La leña debe estar bien seca (menos del 20% de humedad) para asegurar una combustión eficiente, sin exceso de humo ni chispas.

Reseñas

¿Qué dicen de nosotros?

Resolvemos tus dudas más frecuentes

FAQs

¿Qué tipo de leña es mejor para usar en chimeneas?
Las maderas duras como encina, roble o haya son ideales porque arden lentamente, generan más calor y producen menos residuos. Además, es importante que la leña esté bien seca (con al menos un año de curación).
Sí, pero si es para cocinar, es mejor usar leña dura y bien curada, sin barnices ni químicos. Así evitas alterar el sabor de los alimentos y garantizas una combustión limpia.
Ambos deben almacenarse en un lugar seco, ventilado y protegido de la lluvia. La humedad afecta su rendimiento y puede dificultar el encendido.
La leña húmeda genera mucho humo, ensucia más la chimenea y produce menos calor. Además, dificulta el encendido y puede provocar malos olores en interiores.

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